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¿Qué es la endometriosis?

Durante el ciclo menstrual de la mujer, la capa interna del útero, conocida como endometrio, se renueva cada mes para ofrecer la posibilidad de albergar un embrión y dar lugar a un embarazo. Si esto no ocurre, el endometrio se descama en forma de menstruación.

La endometriosis es una patología que deriva de la alteración del endometrio durante el ciclo menstrual. En lugar de crecer en el útero, el tejido endometrial se desarrolla en otros lugares extrauterinos, lo cual puede provocar sangrados y fuertes dolores.

La endometriosis es una enfermedad hormonodependiente, es decir, experimenta cambios en función de las hormonas que actúan en el ciclo menstrual de la mujer: los estrógenos y la progesterona.

En concreto, la liberación de estrógenos contribuye en un mayor grado a la evolución de la endometriosis. Sin embargo, también se han estudiado casos antes de la pubertad y de mujeres que la presentan en la menopausia.

Nuestra sección de endometriosis, liderada por el Dr. Tomás Gómez, cuenta con un equipo multidisciplinar experto y constantemente actualizado en el manejo de esta patología, especializado en el diagnostico ecográfico de la enfermedad incluso en fase precoces, y en el tratamiento quirúrgico de la misma mediante la aplicación de las técnicas más avanzadas.

Diagnostico

El primer signo de alarma de una posible endometriosis es el dolor agudo en las menstruaciones. En ese caso, el ginecólogo debe hacerle un examen físico exhaustivo a la paciente, sobre todo examinando la zona de la pelvis.

Una ecografía transvaginal puede ayudar a visualizar los quistes endometriósicos en el ovario o los nódulos profundos en otras zonas. Sin embargo, para un diagnóstico certero y seguro, será necesaria la cirugía para poder visualizar las lesiones causadas por la endometriosis.

También puede utilizarse la resonancia magnética nuclear (RNM) para el diagnóstico de la endometriosis en aquellas pacientes en las que no esté claro el diagnóstico mediante ecografía o antes de realizar una cirugía. Esta prueba permite determinar con exactitud la localización y profundidad de las lesiones endometriales.

El ginecólogo sólo estará seguro del diagnóstico cuando realice una laparoscopia, que es una cirugía menor con anestesia general en la que, mediante un tubo equipado con una lente y una luz, se puede observar el interior de la cavidad abdominal. Sin embargo, debido a que es un procedimiento costoso y a los riesgos que supone para la paciente, se intenta evitar su realización.

Las últimas investigaciones intentan encontrar biomarcadores de endometriosis que proporcionen un diagnóstico mediante la realización de un sencillo análisis de sangre o análisis de orina. Estos marcadores serían sustancias creadas por nuestro cuerpo en respuesta a la enfermedad o bien creadas por la propia enfermedad.

Ya se han descubierto marcadores de la endometriosis presentes en el fluido endometrial, como el marcador tumoral CA-125, por lo que su análisis permitiría detectar la enfermedad. Sin embargo, hasta la fecha, su valor diagnóstico es limitado.

La endometriosis es una patología que deriva de la alteración del endometrio durante el ciclo menstrual. En lugar de crecer en el útero, el tejido endometrial se desarrolla en otros lugares extrauterinos, lo cual puede provocar sangrados y fuertes dolores.

La endometriosis es una enfermedad hormonodependiente, es decir, experimenta cambios en función de las hormonas que actúan en el ciclo menstrual de la mujer: los estrógenos y la progesterona.

En concreto, la liberación de estrógenos contribuye en un mayor grado a la evolución de la endometriosis. Sin embargo, también se han estudiado casos antes de la pubertad y de mujeres que la presentan en la menopausia.

Tratamiento

Actualmente no existe ningún tratamiento farmacológico que cure definitivamente la endometriosis, pero hay diferentes aproximaciones para intentar que la enfermedad sea lo más llevadera posible.

La endometriosis, al estar regulada hormonalmente, estará presente a lo largo de toda la vida fértil de la mujer. En ocasiones, puede extenderse más allá de ésta, durante la menopausia.

En función de la gravedad de la sintomatología que presente la paciente, su edad y su deseo reproductivo, se pueden realizar los siguientes tratamientos:

Analgésicos: en los casos de endometriosis leve, puede ser suficiente con medicación para paliar el dolor. Sin embargo, no en todas las pacientes basta con esta medicación.

Hormonal: mediante la administración de hormonas implicadas en el ciclo menstrual, es posible frenar el desarrollo del tejido endometrial. Ejemplos de estos tratamientos los encontramos con los anticonceptivos orales.

Quirúrgico: en los casos más graves, puede optarse por el tratamiento quirúrgico de la endometriosis. En función de la localización y la extensión del tejido, se realizará una técnica quirúrgica u otra.

Como vemos, el tratamiento puede ser analgésico, hormonal o quirúrgico dependiendo de la afectación de la endometriosis. En los casos más leves, el tratamiento consistirá en analgésicos para el dolor. En casos más graves, que cursen con dolor crónico, la cirugía puede ser la solución.

La paciente debe estar informada de las ventajas e inconvenientes de cada tratamiento, ya que alguno, como el hormonal, puede ser incompatible con el deseo de tener hijos.

FAQ Endometriosis

Preguntas frecuentes sobre la endometriosis que pueden surgirte.

Causas de la endometriosis

Actualmente, no se conoce con exactitud el origen de la endometriosis. No obstante, existen varias teorías que explican su posible formación. A continuación, enumeramos las posibles causas de la endometriosis más aceptadas hoy en día: La menstruación retrógrada: el endometrio no es eliminado por completo durante la menstruación y, como consecuencia, algunos fragmentos endometriales fluyen hacia atrás por las trompas de Falopio, lo que hace que puedan depositarse sobre los órganos pélvicos. Trastornos del sistema inmunitario: esta teoría se basa en la incapacidad que presenta el cuerpo de la mujer para destruir los implantes endometriales que se localizan fuera de la cavidad uterina. La metaplasia: transformación de los tejidos situados fuera del útero en tejidos endometriales en respuesta a factores genéticos o ambientales. El trasplante vascular: es posible que algunos fragmentos de endometrio viajen por los vasos sanguíneos o linfáticos e implanten en zonas distantes.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Se ha demostrado que existen algunos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de la endometriosis en las mujeres, aunque no siempre es así. Algunos de ellos son los siguientes: Tener una madre o hermana con endometriosis, ya que podría ser hereditaria. Aparición de la menstruación a una edad temprana. No haber tenido hijos todavía. Tener ciclos menstruales cortos, es decir, tener la regla con más frecuencia (polimenorrea). Sangrado abundante (hipermenorrea) y de larga duración en la menstruación (7 días o más). Presentar un himen cerrado que impida la salida de la menstruación. Haberse sometido a intervenciones quirúrgicas del útero, por ejemplo, después de una cesárea o un raspado. Cabe destacar que las mujeres más afectadas de endometriosis son las que tienen una edad situada entre los 30 y 50 años, siendo los 37 años la edad media de aparición. Sin embargo, las mujeres adolescentes también pueden verse afectadas de endometriosis. De hecho, hay casos excepcionales en niñas de entre 12 y 15 años. Por otra parte, en la edad menopáusica también se han descrito focos endrometriósicos pélvicos, aunque su aparición es más rara.

¿Es posible embarazo con endometriosis?

No todas las mujeres con endometriosis van a sufrir infertilidad. No obstante, la endometriosis provoca problemas para concebir en sí un 40% de los casos, siendo el tercer motivo de consulta ginecológica por esterilidad femenina. En primer lugar, la endometriosis afecta a la reserva ovárica, tanto a la cantidad como a la calidad de los óvulos. El avance de la endometriosis hace que se pierda tejido ovárico sano, el cual va siendo sustituido por tejido endometrial. De hecho, la propia cirugía para eliminar los endometriomas del ovario puede contribuir a esta disminución de la reserva ovárica. Por otro lado, la endometriosis también puede afectar a las trompas de Falopio. Por una parte, los implantes endometriales pueden obstruir las trompas, lo cual impide el encuentro y fecundación del óvulo y el espermatozoide. La funcionalidad de las trompas también puede verse afectada e impedir el correcto transporte del embrión hasta el útero aunque se produjera la fecundación. En conclusión, es probable que las mujeres con endometriosis necesiten recurrir a la reproducción asistida para tener hijos.

¿Qué soluciones tienen las mujeres con problemas de fertilidad por causa de la endometriosis?

Efectivamente la endometriosis en un problema muy importante en el mundo occidental y una de las causas fundamentales de esterilidad. Las soluciones que desde la Reproducción Asistida podemos aportar a este problema van a depender del grado de severidad de la endometriosis (los leves suelen beneficiarse con tratamientos sencillos, mientras que los casos más severos pueden llegar a requerir Fecundación In Vitro). Además, en la actualidad con la posibilidad de congelar óvulos de la paciente, es posible hacer esta “reserva” de fertilidad en mujeres con casos graves que pueden terminar con la pérdida de sus dos ovarios.

¿Dónde se localiza?

La endometriosis puede aparecer en distintos órganos del cuerpo. En general, las placas de tejido endometrial se situarán en la cavidad pélvica, donde se encuentran los órganos genitales, pero también pueden aparecer en zonas extragenitales. Por tanto, podemos hacer la siguiente clasificación de la endometriosis según su localización específica: Endometriosis ovárica: situada en los ovarios. Es posible que se formen los quistes endometriósicos de ovario que hemos comentado. Endometriosis tubárica: situada en las trompas de Falopio. Endometriosis pélvicasituada: en los ligamentos uterinos o el saco de Douglas (espacio entre el recto y la vagina), entre otros. Endometriosis peritoneal: situada de manera superficial en los ovarios y la zona del peritoneo superficial. Endometriosis rectovaginal situada en un tejido que se encuentra entre el recto y la vagina, por debajo del saco de Douglas. Endometriosis interna o adenomiosis: hace referencia a la invasión del endometrio dentro del miometrio, capa muscular interna del útero. Otras zonas: Es posible que la endometriosis no se limite solamente a la superficie, sino que afecte al interior del órgano. Éste sería un tipo de endometriosis más grave, conocida como endometriosis infiltrativa profunda, la cual podría impedir el correcto funcionamiento del órgano.

Grados de endometriosis

La endometriosis se puede clasificar en niveles o grados en función de las lesiones causadas y su gravedad, aunque no existe una manera generalizada de hacerlo. La clasificación más utilizada hoy en día es la recomendada por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM): Endometriosis grado 1 (mínima): aparecen implantes aislados y sin adherencias. Endometriosis grado 2 (leve): las placas de endometriosis son superficiales y menores de 5 cm. Puede haber adherencias a la superficie del peritoneo y al ovario, pero sin afectar a otros órganos. Endometriosis grado 3 (moderada): existen múltiples nódulos endometriales y gran parte de ellos son invasivos. Además, pueden haber adherencias en las trompas o el ovario también. Endometriosis grado 4 (severa): las placas endometriales son múltiples, superficiales y profundas. Forman grandes quistes de tejido endometrial en el ovario que se llenan de sangre.

¿La endometriosis es contagiosa?

La endometriosis no es una enfermedad de transmisión sexual y por tanto no se contagia. Aunque se desconoce la causa que la provoca se sabe que no hay riesgo de contagio.

¿La endometriosis es hereditaria?

Se sospecha que existen factores genéticos implicados en esta patología, ya que se han detectado casos de mujeres dentro de la misma familia que la padecen. Las mujeres cuya madre o hermana padezcan endometriosis tienen una probabilidad 6 veces mayor de desarrollar esta enfermedad que el resto de la población general.

¿El tratamiento cura la endometriosis?

Los fármacos y las terapias naturales solo consiguen aliviar parcial o totalmente los síntomas. Por otra parte, la cirugía puede ayudar a mejorar el estado de salud de las mujeres con endometriosis en gran medida tras la eliminación de todas las placas endometriales. Sin embargo, estas soluciones no son definitivas, ya que la endometriosis vuelve a aparecer con el tiempo. La única manera de eliminar por completo la endometriosis es practicando una histerectomía, es decir, la extirpación del útero. La endometriosis puede afectar a la fertilidad de la mujer por varios mecanismos de manera más o menos grave.
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